Revientas mi amargura siempre al escucharte balbucear, escondes un misterio que no podría descifrar. El silencio, tu armadura, la indiferencia, tu maldad; princesa, tu dulzura es una daga que me hiere al hablar.
Déjame contemplar las estrellas en tu ser, con el viento volar a tu lado y que el cielo te envidie y te expulse otra vez.
Deberé saber que lo que siento por nadie, nunca imaginé. Prometo tomar de tu mano que, con tu nombre, un poema haré.
Dulce o travesura, secuestras mi mirada una vez más, devuélveme el aliento porque me cuesta respirar. Dulce amargura, navegas en mi mente una vez más, devuélveme las alas que de este sueño quiero despertar.
Déjame contemplar las estrellas en tu ser, con el viento volar a tu lado y que el cielo te envidie y te expulse otra vez.
Deberé saber que lo que siento por nadie, nunca imaginé. Prometo tomar de tu mano que, con tu nombre, un poema haré.
Llévame hasta lo más alto de tu ser, sujeta mi mano fuerte entre tus brazos que sin ti yo me siento perder.
Desperté ahogado en alcohol. Caminé sin saber por qué. Una noche más, no puedo dormir. He caído tan profundo que no puedo salir.
Te has marchado para nunca más volver. Esta carta, mirando al cielo, te escribí. Sigo pensando en ti. Camino hacia ningún lugar. Tu aroma en viento convertí. Mirando al cielo, hoy te escribí. Esta ofrenda es para ti.
Tu mirada se ha quedado en mi. Si algún día te vuelvo a encontrar, que la muerte me guíe a ti.
Te has marchado para nunca más volver. Esta carta, mirando al cielo, te escribí. Sigo pensando en ti. Camino hacia ningún lugar. Tu aroma en viento convertí. Mirando al cielo, hoy te escribí. Esta ofrenda es para ti.
Te has marchado para nunca más volver. Esta carta, mirando al cielo, te escribí. Sigo pensando en ti. Camino hacia ningún lugar. Tu aroma en viento convertí. Mirando al cielo, hoy te escribí. Esta ofrenda es para ti.
Precavido Por las calles, cayendo un suspiro vacío. El dolor calcinando la mente, el alma y el cuerpo presentes, ahogando el dolor.
Postrada y vacía, mi alma en agonía, oscura tendencia o es rebeldía, varado buscando respuesta escondida, recuerdo ausente, ahora es mi día. ¡Oh, no!
Y los recuerdos quedaron marcados sobre la mente, y la angustia se hace más fuerte si no puedo tenerte. Mis manos que buscan tus manos y sienten perderse, me tomas, me matas, me envuelves, contigo quiero perderme.
Un conjuro, un pacto de sangre que ha unido a dos almas varadas buscando un abismo, uniendo un camino distinto, un pacto de amor.
El tiempo reclama, tu ausencia perdura, inocencia tomada como una aventura. Sofocas mis ansias, me queman las ganas, incitas mis labios a romper la calma. ¡Oh, no!
Y los recuerdos quedaron marcados sobre la mente, y la angustia se hace más fuerte si no puedo tenerte. Mis manos que buscan tus manos y sienten perderse, me tomas, me matas, me envuelves, contigo quiero perderme.
Y los recuerdos quedaron marcados sobre la mente, y la angustia se hace más fuerte si no puedo tenerte. Mis manos que buscan tus manos y sienten perderse, me tomas, me matas, me envuelves, contigo quiero perderme.
Deja recordar el color de tu, el color de tu piel, déjame entrar en el sabor de tu, el sabor de tu miel y calma tus ansias.
Tú quieres ver pronto amanecer, ya quita las ganas de romper tus alas, pedazos de piel.
Y sálvate con rezos, tropiezos en cada encuentro, nada está bien, tu mente ve oscuridad, el cuerpo ansioso siempre ha de estar.
Tus sueños, mal hechizos que dejan sin miedo, estigmas, sin miedo... heridas de ayer.
Déjame entrar sin prisas a tu, sin prisas a tu ser, dejando el miedo en el atardecer, atardecer.
Y deja seguir el camino, camino a tus manos, sentir ya tus labios, sin miedo, espíritu blando, sentirte latir.
Y sálvate con rezos, tropiezos en cada encuentro, nada está bien, tu mente ve oscuridad, el cuerpo ansioso siempre ha de estar.
Tus sueños, mal hechizos que dejan sin miedo, estigmas, sin miedo... heridas de ayer.
La vida es densa y el tiempo restante, las cenizas siempre invaden la mente. Son heridas de un pasado hiriente, pero amigo mío, hasta la hiedra florece.
Los recuerdos vagan siempre latentes, la oscuridad seduciendo vilmente. Es el precio de querer ser fuerte, te sientes tan solo, deseando perderte.
Y mi estrella se ha perdido en la oscuridad, no sé si tú lo has notado, me siento igual. Soy tan fuerte y nunca debo sentir dolor, pero ahora tan pequeño me siento yo.
Han pasado varias horas, se fue el dolor en el alcohol, es momento de ir a casa.
Domingo es hoy, ven, levántate y seca tus lágrimas.
Una estrella se ha perdido en la oscuridad, no sé si tú lo has notado, me siento igual. Soy tan fuerte y nunca debo sentir dolor, pero ahora tan pequeño me siento yo.
Una brisa y un suspiro, aqui estaré sigue hablándole al espejo, todo está bien
Solo ha sido un día sombrío, te cuidaré. Solo ha sido un día sobrio, renaceré. Solo ha sido un año oscuro, regresaré.
Escóndeme bajo tus labios y abrázame, niégame a tu vida y miéntete. Esconde la sonrisa que te causa verme, esconde las caricias que dejé sobre tu piel.
Beberé de tu veneno, tú sabes fingir bien. Beberé de tu veneno, castígame también. Beberé de tu veneno, los secretos libraré. Beberé de tu veneno y yo te olvidaré.
El frío de tu boca intenta desaparecer, ausencia de las palabras limita a entender. Olvido el sentimiento que tus besos lograron ser, esconde las caricias que me hacen perder.
Beberé de tu veneno, tú sabes fingir bien. Beberé de tu veneno, castígame también. Beberé de tu veneno, los secretos libraré. Beberé de tu veneno y yo te olvidaré.
Beberé de tu veneno, tú sabes fingir bien. Beberé de tu veneno, castígame también. Beberé de tu veneno, los secretos libraré. Beberé de tu veneno y yo te olvidaré.
No! Mírame a mí, tú, toma mi mano. ¡Oh! Tantos recuerdos, ¡no! Sobre el atardecer, la resiliencia de tu cuerpo, por fin deja de doler. La soledad se convirtió en un, en un monstruo del espejo. He dicho hoy que no puedes seguir viviendo aquí tan dentro. ¡No! Te dejo ir, no quiero seguir perdiendo aquí el tiempo. ¡No! Pensando en tu regreso, te dejo ir, no puedo seguir muriendo aquí en silencio. Déjame ir, lleva junto a ti mil versos de odio y mi desprecio. ¡No!
Si en la oscuridad buscas redimir tu cuerpo, no obligues, es cuestión de tiempo. Navegaré en tus labios cuando a tu mente, mil veces venga a mi recuerdo recordarás mis labios rozar el dulce, el dulce de tu cuerpo. He dicho hoy que no puedes seguir viviendo aquí tan dentro. ¡No!
Te dejo ir, no quiero seguir perdiendo aquí el tiempo. ¡No! Pensando en tu regreso, te dejo ir, no puedo seguir muriendo aquí en silencio. Déjame ir, lleva junto a ti mil versos de odio y mi desprecio. ¡No!
¡No!